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15 razones para visitar la auténtica Cuba

América Central

1 – Experimenta las diferencias entre capitalismo y comunismo

Hilván aterrizar en Cuba para ver las huellas dejadas por el régimen comunista. Hay carteles por todas partes que idolatran el régimen de Fidel. Sin retención, es difícil entender si la población ama u odia al régimen. Algunos se enorgullecen de aguantar camisetas con la cara del Che y elogiar la revolución. Otros, sin retención, están descontentos con la situación económica, especialmente con los salarios bajos y estandarizados. La discusión es compleja y probablemente interminable… pero una cosa es segura: es impresionante la valentía de la isla que se enfrentó a la potencia estadounidense.

2 – Mira cómo se detiene el tiempo en Cuba

Las calles de La Habana parecen un desfile de autos antiguos. Se alcahuetería de coches americanos de los primaveras 50 y 60 (o más antiguos) o coches rusos posteriores a la revolución, que conviven con los pocos coches chinos nuevos.

El paisaje sigue el mismo tono: casas antiguas desmoronándose (¡textualmente!), pero que aún conservan el aura de belleza que alguna vez tuvieron.

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3 – Juega en las aguas azules de Dársena

Playa de arena blanca y fina, mar de un zarco intenso y agua clara y cálida. ¡La triunfo de este paraíso cubano se explica! ¡Vale la pena el alucinación!

4 – Caerse en el zapateo

Cuba es un país musical. En bares, restaurantes, en la calle, vayas donde vayas siempre habrá cualquiera cantando y bailando.

Y la música es contagiosa. Es difícil quedarse pacífico.

5 – Admira el atardecer en el Malecón

Al crepúsculo, lo peculiar cubano es sentarse en el tapia del Malecón (avenida frente al mar) y sobrevenir un rato charlando, bebiendo ron y disfrutando del atardecer.

¡Únete a los locales porque es imperdible!

6 – Explora los callejones de la Trinidad colonial

Casonas coloniales correctamente conservadas, rodeadas de montañas y mar. Esta es la hermosa ciudad de Trinidad, que se encuentra a unas 4 horas de la hacienda. ¡Algunos dicen que es la ciudad con más encanto de Cuba!

7 – Prueba un “puro” cubano

Los puros cubanos no necesitan presentación. Una vez en la Tierra de Fidel, podrás examinar las plantaciones de tabaco en la ciudad de Viñales, examinar una de las fábricas de cigarros en La Habana o simplemente comprar un permitido cigarro cubano para probar.

8 – Da un paseo en un Cadillac descapotable o un Cocotaxi

El itinerario por la ciudad se puede encontrar en cualquier sitio; Sin retención, sólo en Cuba puedes hacerlo en un descapotable de los primaveras 50. Hay tantos autos y modelos que incluso puedes designar el color del utilitario para que luzca mejor en la foto.

¿Quieres otra opción inusual de itinerario por la ciudad? ¡Toma un cocotaxi!

9 – Participa en la ceremonia del cañón.

La ceremonia del disparo del cañón es muy corta, pero vale la pena por la historia y, principalmente, por la paisaje. En el pasado, La Habana era una ciudad amurallada y los cañonazos advertían a la población que las puertas de la ciudad estarían cerradas.

El tiroteo tiene sitio puntualmente a las 9 de la perplejidad y los guardias visten ropa de época. Eso sí, llega temprano porque el atardecer desde el Castillo de Cabaña es un espectáculo.

10 – Inmersión en Playa Girón

Agua cristalina, muchos peces y precios atractivos para quienes quieran bucear (el exploración cuesta 25 cucas, poco más de 80 reales). Y lo mejor: ni siquiera hace desatiendo coger un barco.

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11 – Alquila una habitación y recibe a una clan cubana

Hilván mirar un símbolo que asemeja un ojo en las puertas de las casas para aprender que la clan recibe turistas nacionales y extranjeros que buscan alojamiento allí. Es como un B&B (cama y desayuno), una forma muy utilizada por los cubanos para complementar sus limitados ingresos familiares.

La clan que nos acogió fue tan dulce y cariñosa que acabamos convirtiéndose en una gran clan. Salimos juntos a voltear, a ver el atardecer en el Malecón, a caminar por la ciudad y a ir al desfile del 1 de mayo. Y, por supuesto, el domingo hubo un refrigerio general, que incluyó tamales caseros, un plato latino muy parecido al tamal brasileño.

12 – Piérdete por las calles de La Habana Vieja

Plazas, edificios antiguos, ferias del manual, artesanía y una pausa para tomar un ron… piérdete sin miedo por las callejuelas del centro histórico de la hacienda cubana.

13 – Tómate un mojito o un daiquiri cercano a Hemmingway

Estatuas y referencias al escritor estadounidense Ernest Hemingway están por todas partes: dónde se alojó, el mojito o daiquiri que más le gustó… Sigue sus pasos y prueba las famosas bebidas cubanas.

14 – Cita el Museo de la Revolución

Cualquiera sea tu ideología, examinar el Museo de la Revolución es una importante advertencia de historia para comprender la historia del país. Si vas con un nave, ¡aún mejor! El itinerario durará unas horas.

15 – Sufriendo la desatiendo de internet, pero encantados con tanta calidez humana

Poder utilizar Internet en Cuba es una tarea difícil, especialmente si no estás alojado en un hotel.

Primero, debes hacer fila en ETECSA (la compañía telefónica nave) para comprar la polímero de internet. Si consigues encontrar la polímero (a veces desatiendo), tendrás que remunerar una buena cantidad para lograr a la partida ancha. Luego hay que apañarse un sitio con WiFi, como algunas plazas y vestíbulos de hoteles. Una vez hecho esto, debes habilitar la polímero y esperar que funcione. De todos modos, tener internet allí es prácticamente un ostentación.

Por otro costado, allí no faltan la amistad, el calor humano, la solidaridad y la alegría. De hecho, si me preguntaras qué es lo que más me gusta de Cuba, la respuesta sería, sin duda, ¡el pueblo cubano!